Datos registrados por el Observatorio de Rayos Cósmicos de la Ciudad de México. Las partículas incidentes en la posición geográfica de la Ciudad de México tienen más energía que las que ingresan en zonas cercanas a los polos, por lo que se requieren emisiones solares muy intensas para generar partículas que afecten el clima espacial. La curva púrpura representa el promedio de los datos registrados, las líneas discontinuas rojas representan la significancia de los datos (3σ). Cuando se registran variaciones mayores a 3σ, es probable que estas sean debidas a los efectos de emisiones solares en flujo de rayos cósmicos.
En la semana del 02 al 08 de marzo, el observatorio de rayos cósmicos de la Ciudad de México detectó un incremento significativo (>3σ) en las cuentas de rayos cósmicos galácticos. La variación se presentó el día 02 de marzo, con un máximo a las 19 hrs (marcado con un óvalo color magenta). El incremento significativo se atribuye a variaciones en el campo geomagnético en la zona ecuatorial, como se muestra con el índice Dst en la parte inferior (donde se marca con un óvalo color magenta las caída en la intensidad del índice, las cuales se corresponden temporalmente con los incrementos en los registros de rayos cósmicos). Estas variaciones en la intensidad del campo geomagnético permitieron variaciones anómalas en el flujo de partículas en zonas ecuatoriales, las cuales pueden generar afectaciones en el clima espacial.
Los rayos cósmicos que ingresan a la posición geográfica de la Ciudad de México requieren una energía de al menos 8.2GV (rigidez umbral), cuando las líneas de campo geomagnético no están perturbadas. Cuando se presenta una tormenta geomagnética se afecta la intensidad de las líneas de campo magnético terrestre y varía esta rigidez. De este modo, puede subir y bajar la intensidad del campo. En este caso, con base en el índice Dst, al bajar la intensidad del campo, es probable que que rayos cósmicos de menor energía que 8.2 GV ingresaran a la Ciudad de México.