Datos registrados por el Observatorio de Rayos Cósmicos de la Ciudad de México. Las partículas incidentes en la posición geográfica de la Ciudad de México tienen más energía que las que ingresan en zonas cercanas a los polos, por lo que se requieren emisiones solares muy intensas para generar partículas que afecten el clima espacial. La curva púrpura representa el promedio de los datos registrados, las líneas discontinuas rojas representan la significancia de los datos (σ). Cuando se detecta un evento atribuido a los efectos de las emisiones solares en la Tierra, las cuentas de rayos cósmicos deben ser mayores a 3σ.
En la semana del 26 de enero al 02 de febrero, el observatorio de rayos cósmicos de la Ciudad de México detectó cuatro incrementos significativos en las cuentas de rayos cósmicos galácticos para los días 26, 28 y 30 de enero y 01 de febrero (marcados con óvalos color magenta); las significancias fueron de 7.2σ, 5.8σ, 3.5σ y 5.2σ, respectivamente. Los incrementos fueron atribuidos a variaciones en el campo geomagnético en la zona ecuatorial, como se muestra con el índice Dst en el recuadro superior central (donde se marca que las caídas en la intensidad del índice corresponden con los incrementos en los registros de rayos cósmicos). Estas variaciones en la intensidad del campo geomagnético permitieron el ingreso de partículas a zonas ecuatoriales, las cuales pueden generar afectaciones en el clima espacial.
Los rayos cósmicos que ingresan a la posición geográfica de la Ciudad de México requieren una energía de al menos 8.2GV (rigidez umbral), cuando las líneas de campo geomagnético no están perturbadas. Cuando se presenta una tormenta geomagnética se afecta la intensidad de las líneas de campo magnético terrestre y varía esta rigidez. De este modo, puede subir y bajar la intensidad de las líneas; para este caso, con base en el índice Dst, se observa que al bajar la intensidad de las líneas, se permitió que rayos cósmicos de menor energía que 8.2 GV ingresaran a la Ciudad de México.
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